lunes, 15 de junio de 2009

Se acabó lo que se daba

Ayer se terminó la adaptación española de la serie Life on Mars. Para saber el éxito entre la spanish people que lee este sitio hice una encuesta sobre esta serie. Podéis ver los resultados a la derecha aunque creo sinceramente que están algo desvirtuados porque una de las tres personas que lee estas líneas ha votado 80 veces sin conocimiento de causa. Así que pasaré a dar mi opinión que podréis rebatir siempre que tengáis la suficiente voluntad para leer la parrafada que viene a continuación, que he dividido en dos post (por su longitud me disculpo ahora).

Las comparaciones (dicen) son odiosas, pero también son inevitables cuando se hacen versiones. La versión española, como la americana, solo ha logrado emitir una temporada, mientras que la original en la que se basa consta de dos; lo que nos hace deducir sus respectivos éxitos.

Sobre la española debo decir que es mucho más simple que la inglesa. Su trama gira en torno a que el protagonista ha viajado en el tiempo, no se sabe cómo, y que tiene que volver. Sin embargo, en la de la BBC se manejan tres posibilidades: viajar en el tiempo, haberse vuelto loco o estar en coma. Para ello, los efectos especiales van desde oír a su madre hablándole como si estuviese en coma a través de un teleñeco hasta hablar con la niña de la tele (la que aparecía en la pantalla cuando terminaba la emisión). Por el contrario, en la spanish todos los efectos especiales son en tono de flashbacks y terminan con él despertándose de un sueño, lo que es mucho menos impresionante. Además, en la inglesa la trama está centrada en los casos que han de resolver por lo que los efectos especiales nos pillan de sorpresa intrigándonos mucho más.

La relación con los padres en la versión española se vuelve el centro de la trama transformando el personaje principal desde un hombre honrado y con principios éticos en la inglesa, hasta alguien que es capaz de saltarse la ley las veces que haga falta por su familia en la española. La gracia de este personaje está, supuestamente, en la contraposición con su jefe. Éste es un hombre machista, violento y cabrón al margen de la ley, y el protagonista lucha por hacer las cosas como se tienen que hacer. Su cambio tiene lugar en el último capítulo de la primera temporada donde vacila y rompe sus principios su padre. Ahí es donde nos quedamos con los ojos abiertos deseando que el capítulo no se termine nunca, donde vemos realmente el interior del personaje, su sufrimiento, su esfuerzo, su evolución y, en definitiva, su esencia (y todo esto lo digo sin haber visto la segunda temporada). En la española esto ha ocurrido tantas veces –lo de saltarse la ley, digo- que el personaje es otro distinto. A veces le preocupan las normas y otras no, lo que resulta bastante confuso. Además he de decir que el señor Alterio no ha convencido a nadie con su interpretación.

En esta versión lo mejor han sido los tres personajes masculinos de la comisaría. Antonio Garrido (Joaquín) tiene una muy buena actitud que a veces no viene acompañada por los diálogos. Javier Rey (Jose Cristobal) y Mariano Llorente (Raimundo), a pesar de sus reducidas apariciones, dan muy bien sus personajes.

Por lo demás, necesito que alguien me explique lo del Bohemian Rapsody del primer capítulo.

1 comentario:

  1. Como no he visto ni una serie ni otra, siento no poder opinar al respecto. Comentar lo difícil que es que una serie se asiente hoy en día (hay que hacer algo!)

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