martes, 24 de noviembre de 2009

"Voces en imágenes"


La 2 emitió el pasado día 20 Amanece que no es poco en Versión Española. Como invitados se encontraban su director José Luis Cuerda y Antonio Resines -solo un apunte sobre la película: si os gusta el absurdo os la recomiendo fervientemente. Este último, en su afán protagonista interrumpía en ocasiones el relato de Cuerda y realizó una defensa, desde mi punto de vista fuera de lugar, de la ley francesa para la protección de su cine. En ella se elimina el doblaje como práctica de la industria del cine. Así, aquellas personas que no entiendan otros idiomas (o sea, todos, ya que el cine es universal y en numerosas lenguas) y que no tengan cuerpo para leer subtítulos, se entiende que se decantarán por ir a ver una película francesa. Una servidora no puede estar más en desacuerdo con este planteamiento.

Resines perdía, literalmente, igualdad de oportunidades para el cine español, pero reivindicaba justamente lo contrario. En igualdad de condiciones una película extranjera debería poder entenderse con la misma facilidad que una española, por tanto, no doblarlas sería perjudicar a la producción en otros idiomas y no establecer un contexto justo para todos.

Como ya comenté mi postura hacia el doblaje de las obras audiovisuales permitiré que sean ahora los actores que se dedican a ello los que hablen. Os dejo aquí dos direcciones donde podéis ver el documental “Voces en imágenes”, uno de los pocos que permite a esas personas anónimas expresar su opinión en un clima cada vez más crítico hacia su trabajo. Es un documental realizado en 2008 y dirigido por Alfonso S. Suárez en el que aparecen gran parte de los principales actores y directores actuales de doblaje. Os recomiendo que lo veáis porque desvela algunos de los entresijos de esta profesión tan desconocida para muchos.

Las direcciones son:
http://www.cinetube.es/documentales/voces_en_imagenes.html
http://www.documentalesonlinegratis.com/2009/06/voces-en-imagenes.html

Y éste es el trailer, para ir abriendo boca:



martes, 17 de noviembre de 2009

Meritxell y Alazne fuera de Pekín Express

El hormiguero tuvo ayer el placer de tener como invitadas a “la ratita” y su madre. Siento el calificativo despectivo, pero me parece que Fran y Merino estuvieron muy acertados al inventarlo. Es divertido y le va al pelo: ella es pequeña (en tamaño), nerviosa y no para de chillar.

Pablo Motos estuvo muy comedido en sus comentarios, entiendo que para no ofenderlas, aunque al final pudo soltarse gracias a la actitud de las ex concursantes de Pekín Express. Hay que decir que fueron correctas y se rieron de sí mismas (o eso dieron a entender), sobre todo de los continuos lloros de la hija, algo que supieron aprovechar Trancas y Barrancas.

La pareca en cuestión ha sido una de las más polémicas, junto con la gay (uno de ellos era mala mala…). Se han ganado el rechazo de casi todos los concursantes y me atrevería a decir que también de gran parte de la audiencia. Y digo de casi todos los concursantes porque en las últimas jornadas los Juanes han entablado una educada amistad. Educada por no decir falsa.

A estos dos valencianos, que desde el comienzo han intentado quedar bien con todo el que se cruzaba en el camino, ya se les está viendo demasiado el plumero. He de confesar que desde el principio no simpaticé con ellos, especialmente con el hijo. Da la impresión de ser un listillo que nunca dice lo que realmente está pensando. La educación ante todo, pero no es posible que todos los concursantes le arranquen esa inmensa sonrisa “espontánea”.

El concurso se ha quedado con Fran y Merino, Antonio y Carmela, y los Juanes. Sabremos el ganador el 6 de diciembre, en la decimotercera etapa. Y podemos suponer que a partir de ahora pareja que salga, psreja que se acercará por el Hormiguero.

domingo, 15 de noviembre de 2009

¿Estamos en Babia?

Lamentablemente, debido a los maravillosos horarios de mi universidad, hace bastante tiempo que no veo Sé lo que hicisteis… Tampoco veo G20, el programa que Risto Mejide, antiguo “jurado” de OT, lleva en Telecinco. Me temo, además, que no soy la única. Este programa crítico con la clase más conocida de este país va dirigido a aquella audiencia que odia a Pablo Motos o no soporta al Gran Wyoming, entre la cual no me incluyo.

Pero, como suele ocurrir con el zapeo a la hora de cenar, coincidió que pasé por Telecinco en el momento en que el señor Risto despotricaba contra el humorista Ángel Martín por un artículo muy crítico hacia un supuesto pueblo llamado Babia. Debo confesar que me sorprendió mucho lo que se comentó en el programa y que negaba rotundamente con la cabeza mientras lo escuchaba negándome a creérmelo. Afirmé entonces que estaba sacado de contexto. Y, lógicamente, era así.

La historia es muy sencilla. Ramón Arangüena lleva años escribiendo sobre un pueblo imaginario llamado Babia, referido a la expresión “estar en Babia”. A partir de ahí creó, en el número de mayo (o sea, hace ya unos mesecitos), una ficticia visita de Ángel Martin y Dani Mateo a ese supuesto lugar y los tres la describieron en primera persona.

Algo sencillo, gracioso y humorístico que sacado de contexto torpemente se vuelve una polémica. Pero una polémica que queda además alimentada por la propia población. El programa G20 añadió declaraciones de los habitantes de la comarca leonesa Babia. Y me pregunto yo, ¿por qué esa gente cree todo lo que se le cuenta y se presta a declarar sobre algo que no conoce? Y no hablo del pueblo, porque no existe, sino del artículo y la revista en cuestión.

Este panorama intertextual tan presente en la televisión actual se extiende cada vez más y ya no solo entre los propios discursos televisivos. Se ha cruzado la pantalla y ahora afecta a todos los medios y a toda la sociedad. Vivimos dos realidades: la nuestra física y la que nos brindan los medios; y el problema es que muchas veces la secunda prevalece por encima de la primera.

Os dejo con la aclaración de Ángel Martín (en algún sitio hay que posicionarse…):

viernes, 6 de noviembre de 2009

¿Bendición divina o ayuda científica?

Como esta entrada viene con retraso por su temática confío en que tengáis memoria o ganas para buscar el asunto en Internet.

El pasado domingo día 1 Pekín amaneció nevada como no se recuerda desde el año 1938. Este manto blanco apareció en todos los telediarios españoles no solo por su importancia en plena sequía, sino porque fue provocada. Mediante la liberación a la atmósfera de nitrógeno líquido y yoduro de plata se consigue la reacción del hidrógeno y el oxígeno, que se condensa y forma agua o, en este caso, nieve. Que me perdonen los químicos si esto no es exactamente así, me guío por los medios y ya se sabe que algunas veces no son muy escrupulosos con los detalles científicos…

Pues bien, mientras en el llamado Occidente se compartía la creencia en un fenómeno meteorológico provocado, en el propio Pekín y toda China se aceptaba la nevada como una especie de bendición divina salvadora. Ocurrida durante la primera luna de noviembre, la nevada apareció en los telediarios chinos como un fenómeno natural y cuasimilagroso que les liberaba de la tremenda sequía sufrida.

Pero lo curioso del caso no es que los chinos de China tengan que escuchar y creer esa hipótesis (que, ojo, nosotros no compartimos porque nuestras democracias occidentales han afirmado algo distinto, no por ningún motivo riguroso y científico), sino que los chinos de occidente también la compartan.

Como experiencia personal contaré que la mujer china dueña del restaurante chino más cercano a mi casa ve la televisión de su país con una parabólica. Cuando preguntamos por la “nevada química” ella miró con extrañeza negando la mano del hombre en ese hecho tan celebrado en su país. Su Canal4 afirmaba la bendición que suponía la nevada y ella, pese a vivir en España y estar sometida a su cultura, incluidos sus medios y noticias, lo creía a pies juntillas. Y diréis: eso es que la mujer es muy ingenua. Puede ser, pero también lleva casi 20 años en este país e integrada en nuestra sociedad. Si después de ese tiempo cree más las noticias de su país que las del nuestro deberíamos preguntarnos qué clase de poderío ejerce China y, más aún, los medios a nivel global.

Esto puede llevarnos a afirmar que el control mediático ejercido por parte del Gobierno chino ha conseguido traspasar sus fronteras físicas. Y un control que llega hasta el otro lado del mundo y que además impera sobre el aquí reinante es algo preocupante. Pero lo que más debe llamarnos la atención es la reflexión sobre la influencia del poder en los medios de comunicación. Esto no solo aplicado a China, sino a todos los del planeta. Lo más peligroso es que aquí no se nos dice que lo que vemos y oímos está influenciado y en parte manipulado. Se da por supuesto que impera ese abstracto denominado “verdad”. Sin embargo, esto no es así y debemos estar atentos a los posibles intereses y dobles lecturas que hay detrás de todo lo producido y emitido.