viernes, 23 de octubre de 2009

Gabilondo con su Opinión


Parece que los de Noticias Cuatro 2 han recapacitado sobre su informativo, aunque no del todo. Por fin han conseguido hacer una separación clara entre lo que es información y lo que no lo es, aunque siempre quedan huellas de la línea editorial.

Si recordáis, el señor Gabilondo solía hacer un monólogo como presentación del noticiario sobre lo que a él le parecía la actualidad del día. Sobre este hecho yo personalmente me he quejado en varias conversaciones. Las palabras del señor Gabilondo son del señor Gabilondo y, por lo tanto, en un informativo, donde lo que se trata es información, no tienen cabida. Estemos o no de acuerdo con su opinión ésta no debe figurar en un noticiario. Si quieren aprovechar la imagen, la credibilidad y facilidad de palabra de este periodista pueden simplemente concederle unos minutos del espacio televisivo, antes o después del informativo, para que él trate la actualidad desde la perspectiva que se le antoje o que le impongan.

Pues bien, esto es lo que han intentado hacer, pero dentro del propio noticiario, con una nueva sección llamada Opinión. Los minutos siguen siendo los mismos y las palabras continúan igual de valorativas, pero esta vez en un apartado claramente definido. Enhorabuena aquellos encargados del informativo, habéis solventado una de las características más criticables de vuestro espacio. Ahora tenéis que meteros en el plano deportivo para poder conseguir un noticiario completo.

He de decir que no soy seguidora de Noticias Cuatro y que solo lo veo de vez en cuando, pero cuando llega el tiempo de deportes no me queda más que cambiar de canal. Manu Carreño y Nico Abad serían perfectamente válidos para sacar adelante un programa exclusivo de deportes en el que aplicaran las mismas fórmulas que utilizan ahora en el informativo, pero en el lugar en el que están ahora lo único que hacen es un circo. Los eslóganes tomateros no deberían incluirse en un noticiario, al igual que su actitud de cafetería. En un informativo se presenta a un público una información veraz lo más objetiva posible, y estos dos presentadores no llevan esta tarea a cabo.

Nos quedamos entonces con un informativo mejorado, pero no del todo.

viernes, 16 de octubre de 2009

¿Dubbing o doblaje?

De un tiempo a esta parte estoy oyendo más críticas de las usuales a uno de nuestros tesoros nacionales: el doblaje al castellano del audiovisual en lengua extranjera. Y digo que es uno de nuestros tesoros nacionales no solo porque exista una riqueza más que real entre los equipos de doblaje, sino porque además, comparado con otros países, tenemos uno de los mejores doblajes del mundo.

Las críticas que he estado oyendo oscilan desde el hecho de no apreciar la interpretación original del personaje (de todos es sabido que la voz es un instrumento esencial en la actuación), a que los diálogos originales se cambian en el proceso, o a que los españoles sabemos menos idiomas que el resto de países europeos por ver todos lo audiovisuales en nuestro idioma materno. Esta última razón es la que más gracia me hace porque es la que está menos fundada en hechos reales. Esto en concreto lo escuché una mañana en el dial 88.2 (y escribo el número porque no sé a que cadena de radio pertenece). Se comentaba que los portugueses sabían más inglés que los españoles porque no doblaban el material extranjero y puede que también porque le dedicaban más horas en el colegio. No pasaré ahora a criticar la pésima enseñanza en materia de idiomas que existe en este país pero creo más importante este tema que el del doblaje como causante de la ignorancia idiomática española.

Con respecto a la interpretación original del personaje, es imposible restar importancia a la voz como elemento dramático, pero lo que sí hay que tener en cuenta es el conocimiento del idioma para entender la entonación del actor. Cada lengua tiene su acentuación propia por lo que el énfasis y la entonación variarán de una cultura a otra aun teniendo el texto el mismo significado. Además, otra parte importante, muy importante, extraordinariamente importante, es la gesticulación corporal y a nivel facial que hace el actor, que se pierde si nos dedicamos a leer y leer subtítulos. Como digo, aquí entra en juego el conocimiento del idioma original de audiovisual, que si se tiene, verlo en VO me parece no la mejor opción sino la que debe de ser. Sin embargo, para todos aquellos que no gozamos de ese privilegio (porque en la sociedad española actual saber otro idioma –saber no conocer meramente- es un privilegio) y queremos disfrutar plenamente de todas las características visuales de la obra audiovisual se nos facilita la tarea si se dobla al español. Es más, muchas veces la voz del actor es una de sus carencias, que se suple con la impecable modulación de muchos de los actores de doblaje españoles.

La segunda cuestión solo merece la mención de que para que un doblaje resulte creíble es necesario e inevitable modificar lo que dicen los personajes, eso sí, sin cambiarle su significado contextual.

Con todo esto no quiero decir que TODO el doblaje sea maravilloso. No. Estoy defendiendo la actividad y el buen trabajo, que, como en todo, también se ve a veces eclipsado por ciertos doblajes terroríficos. Por cierto que muchos de ellos vienen por querer incluir entre los actores aquellos no acostumbrados a la técnica y que además no dan el pego como el personaje, caso de Dani Martín en School of Rock o de Fernando Tejero en el Espantatiburones.

Tengo que añadir que aquellas personas que critican tan aférrimamente el doblaje de películas y series suelen hablar como la voz de la sociedad y no deberían hacerlo. Existe una parte, y es la más grande, que apuesta por ver películas en castellano. Si no fuese así, ¿cómo es que las salas de VOS nunca están llenas? Además, desde hace unos años, para aquellos que nos gusta repetirnos en nuestros visionados y verlos con las voces originales, se nos han facilitado las cosas con el DVD y sus opciones en lengua y subtítulos. Así que, realmente, no veo una demanda social significativa que pueda hacer que comience a restringirse el doblaje.

Ésta es mi opinión sobre el asunto, que he decidido colgar en este blog en lugar de en el mío personal por tener relación con lo que aquí se trata. Por supuesto invito a todo aquel que haya sido valiente y haya llegado hasta aquí en su lectura (siento la extensión, pero creo que es un tema que la necesita), y que esté en desacuerdo a argumentarlo con un comentario, que si me es posible y no me hace cambiar de opinión contestaré.

martes, 6 de octubre de 2009

Un flash mundial


Cuatro ha emitido hoy el primer capítulo de Flash Forward, un impactante comienzo de una serie que vuelve a recurrir al tema del destino. No sabemos si la serie irá perdiendo fuelle, pero como todos los capítulos sean como el primero tendremos por un rato piel de gallina los martes por la noche.

El futuro como ente cambiante o como situación inmutable escrita con sangre es algo muy recurrente en el audiovisual americano. Una de las últimas burlas a lo aun no acontecido la encontramos en Heroes (de la mano de nuestro/mi querido Hiro Nakamura y algún que otro visionario), serie que consta ya con cuatro temporadas y que podemos definir como un culebrón con efectos especiales.

Pues bien, los yanquis siempre tan poco recurrentes en sus temáticas han apostado de nuevo por el mañana (escrito o no). Sin embargo, cada vez que vuelven sobre lo mismo lo hacen de una nueva forma que nos deja con los ojos pegados en la pantalla. En esta ocasión, la trama se basa en la novela del mismo nombre de Robert J. Sawyer, y en su adaptación audiovisual se ha optado (por lo menos en el primer capítulo) por darnos un chute de adrenalina con efectos especiales de regalo.

He de decir que tengo una pequeña debilidad en esta serie: Joseph Fiennes. El Shakespeare más enamorado y que más enamora a l@s espectador@s también me captó a mí en su día. Este actor inglés, hijo de una novelista y un fotógrafo, tiene 6 hermanos entre los que se encuentra Ralph Fiennes (un actor a tener MUY en cuenta). Cursó estudios de interpretación en Inglaterra y comenzó a formarse en teatro para después llegar a la gran pantalla. Ahora se ha decidido por la pequeña, algo de agradecer ya que así llegará a nuestras casas una vez por semana.

Flash Forward de momento solo ha presentado a los personajes ha avanzado algo de la trama que los mantendrá ocupados. No se si desear que siga con el mismo tono con el que ha comenzado porque no me apetece engancharme a una serie, algo demasiado probable después de ver el primer capítulo. Siempre nos quedará ese gran invento llamado Internet.