lunes, 25 de enero de 2010

Manifiesto “En defensa de los derechos fundamentales en internet”

Exámenes finiquitados y vuelta a las clases. A los alumnos boloñeses de la Carlos III apenas nos han dejado un fin de semana libre para respirar, pensar, leer o ir al cine. Un fin de semana en el que no hemos tenido NADA que hacer que tuviese que ver con la universidad, NADA en la lista de tareas. En fin, lo bueno se acaba pronto y hasta el verano (3 meses bien merecidos, aunque haya personas que no piensen lo mismo) toca seguir comiendo en la universidad y sin parar.

La primera entrada después de un periodo vegetativo tenía que tratar de algo especialmente relevante, y no se me ocurría nada más relevante en el ámbito de este blog que la sonada ley “antidescargas” del Gobierno. Supongo que los lectores que puedan acceder de forma más o menos esporádica a este blog y sean habituales de Internet tendrán ya una opinión fundada y fundamentada al respecto.

Internet hace realidad la utopía hippie sobre la abolición de las fronteras, la inexistencia de propiedad, el compartir libremente información, conocimiento, cultura… Todo desde el punto de vista de la red y no del acceso ni de cuasimonopolios como Google. El supuesto de que la música va a desaparecer (y hago referencia a ella por la concentración del pasado uno de diciembre de PROMUSICAE en frente del Ministerio de Cultura) es demasiado pobre. La producción cultural es innato al ser humano. Que se dejen de ganar millones para ganar miles no significa que vaya a extinguirse. Conciertos, performances, Internet como medio de distribución… Las opciones son muchísimas, el problema es el esfuerzo que conlleva cambiar de modelo productivo y apostar por otras plataformas, o el dejar el Mercedes para cambiarse a un Seat.

La cultura sí es un producto, pero también es cultura y hay que tratarla como tal, con respeto. La cultura es para las personas, no para unos pocos, y si esas personas no están dispuestas en pagar 18 euros por el nuevo disco de Alejandro Sanz (precio de oferta en la Fnac que puede llegar a los 42 dependiendo de la edición) habrá que pensar en bajar el precio o apostar por otros formatos (que no creo que al señor Sanz le sea muy terrible bajar su volumen de ingresos).

Compartir información no es delito. Ya se viola nuestra presunción de inocencia cuando compramos un CD y debemos pagar el canon. Ahora parece que también tenemos que sufrirlo en Internet. Se nos coarta y censura en el medio que ha supuesto una revolución justamente por su carácter liberador.

Personalmente me opongo completamente a ello por algunas razones más que expone muy bien el manifiesto “en defensa de los derechos fundamentales de internet” (enlace al grupo en Facebook) al cual me he sumado y al que os invito que echéis un vistazo por si os puede interesar. Aquí os lo dejo:

Manifiesto “En defensa de los derechos fundamentales en internet”

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que…

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial – un organismo dependiente del ministerio de Cultura -, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Si quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.

También puedes firmar la petición en:

http://www.petitiononline.com/ed021209/petition.html

http://red-sostenible.net/


Con ánimo reivindicativo y algo soñoliento me despido