Es una pena que con todas las actualizaciones que tengo pendientes, algo tan urgente surja y me obligue a actualizar el site dos días antes de terminar el año con la noticia más triste del 2010 en lo que a medios de comunicación y periodismo se refiere: CNN+ ha dejado de emitir.
Si encendemos nuestra querida “caja tonta” y sintonizamos el canal de la CNN+ nos quedamos petrificados, paralizados y horrorizados ante la visión de un logo de Gran Hermano 24 horas. El mayor canal de noticias, el referente periodístico y el gran avance de televisión española adaptando el modelo norteamericano, ha desaparecido por las ambiciones sensacionalistas, morbosas y de supuesto entretenimiento que son la bandera de Telecinco.
La fusión provocada por las monumentales deudas de Prisa que conocíamos hace un año se ha cobrado víctimas más o menos importantes. Sabíamos que la temible y virulenta criatura de Berlusconi podía infectar los telediarios e informativos de Sogecable, pero lo que no sabíamos era que la herencia de Vasile sería capaz de engullir lo poco que destacaba de una caja que por culpa de creaciones tan aberrantes como esta es cada día más tonta.
El último comentario de Gabilondo como apología a la no resignación, al periodismo como herramienta útil y necesaria, con su “seguiremos intentando conocer” pero “no es muy seguro dónde contarlo” define exactamente lo que le pasa a esta televisión llena de aburridas e infinitas tertulias, que no aportan nada y que pasan por información siendo simples huecos rellenos de palabras insulsas y contenidos banales.
En las despedidas se habla de la rentabilidad, una palabra que se ha introducido en prácticamente ya todos los aspectos de la vida y que marca nuestro hacer personal. No se puede tener rentabilidad en todo lo que se produce. Existen pérdidas que se contrarrestan con los millones y millones que se ganan por otros lugares. ¿Qué mejor, entonces, que perder dinero haciendo un servicio público? Porque eso es lo que es el periodismo, un servicio público.
Alguien me dijo hoy: la audiencia es la que manda. Permítame que lo dude. Si de cuatro canales, los cuatro nos ofrecen series de televisión a la vez, o realities a la vez o aburridos programas de por la mañana a la vez, ¿dónde está la elección? Se elige entre lo que se ofrece, y lo que se ofrece ahora es Gran Hermano 24 horas, ¿de verdad eso es una opción?
Y digo yo, si nosotros, los estudiantes, vamos a ser el futuro del periodismo en este país, ese futuro incierto del papel, de la radio obsoleta llena de viejas fórmulas compuestas por bloques enormes de cuatro horas de programación, y de la televisión, con sus enormes posibilidades todavía sin explotar, somos nosotros los que tenemos en la mano que esas protestas enfrente de la sede de CNN+ no se queden en nada. Somos nosotros los que tendremos que renovar un sistema que se ha quedado anticuado y se ha degradado hasta cambiar un referente de la información por cuatro NiNis rascándose la barriga encerrados en una casa. Somos nosotros los que, como Scorsese y otros tanto en los 70, tenemos que decir a las “viejas glorias” aquí estamos nosotros, lo que hacéis no nos gusta, nosotros somos los que consumimos y nosotros crearemos lo que queremos consumir.